Al igual que el tabaquismo pasivo afecta a la salud de las personas, nuestras mascotas también pueden sufrir las consecuencias de estar expuestas a las substancias tóxicas que conlleva respirar un ambiente cargado de humo del tabaco. Por eso, si tienes algún animal en casa, lo mejor que puedes hacer por él, y así aumentar los años que está a tu lado haciéndote compañía, es dejar de fumar.
Aunque es perjudicial para todas las especies animales, debido a su diferentes anatomías y metabolismos, el tabaco afecta de manera particular a cada animal que está expuesta a ellos. En este artículo vamos a hablar de las mascotas más comunes: Perros, gatos y aves
Los perros: ojos, olfato y pulmones. Sus partes más vulnerables
Es de sobras conocido que los perros tienen un olfato muchísimo más desarrollado que el nuestro, esto hace que detecten mucho más si hay humo del tabaco en el ambiente y este olor, la del cigarrillo, la detestan.
Pero aparte de las molestias que les ocasiona el tabaco, también influye en su salud. Tienen más tendencia a desarrollar cáncer nasal y un 60% más de pulmón que los perros que no están expuestos al tabaco. Esto es debido a la enorme cantidad de sustancias nocivas que se acumulan en las mucosas, tanto nasal como del resto del árbol respiratorio.
Según el tamaño del hocico los efectos pueden ser diferentes. Así nos encontramos que los que tiene hocico largo tienen más tendencia a tener alergias y sinusitis y en cambio los de hocico corto tienen más riesgo de asfixia si están en un ambiente muy cargado de humo ya que de por sí, su capacidad de captar oxigeno ya es menor, cosa que empeora si respiran aire cargado de monóxido de carbono y otras substancias perjudiciales.
Y al igual que nos pasa si vamos a una discoteca donde todo el mundo fuma, los perros pueden sufrir con mucha facilidad conjuntivitis y ojos rojos cuando están en una situación parecida.
Aparte de esto, los perros que conviven con fumadores suelen sufrir más tos, bronquitis y alteraciones vasculares como arritmias o insuficiencia cardíaca.
Los gatos, afectados por el humo de tercera mano.
Una característica que tienen los gatos es que se pasan todo el día lamiéndose y acicalándose. Aunque para ellos esto es una medida de higiene, el problema se ocasiona cuando conviven con un fumador, porque las substancias tóxicas del humo del tabaco se acumulan en su pelaje y cuando se lamen, estas son absorbidas a través de la mucosa de la lengua y la boca. Al igual que los bebes cuando muerden un peluche o un juguete impregnado por las mismas substancias, lo que llamamos tabaquismo de tercera mano
Esto provoca que las posibilidades de padecer un cáncer se multipliquen hasta por cinco en gatos que son fumadores pasivos, sobretodo linfomas, cáncer de boca y de pulmón. Pero la cosa no queda aquí, ya que pueden padecer un aumento anormal de la salivación, asma, picor ocular y ojos rojos, asma y otras enfermedades respiratorias, alteraciones cardíacas, diarreas, vómitos, temblores y convulsiones.
Aves, un sistema respiratorio extremadamente sensible al humo del tabaco
Las aves tienen muchas posibilidades de desarrollar un cáncer de pulmón, neumonía y otras enfermedades respiratorias si están afectados continuamente por un ambiente cargado de tabaco. Esto es debido a que aparte de los pulmones, tienen sacos aéreos distribuidos por todo su cuerpo haciendo a su sistema respiratorio mucho más vulnerable.
Como en los perros y en los gatos, sus ojos también pueden ser afectados por el humo del tabaco, causándoles muchas molestias.
Otras mascotas, también amenazadas por el humo del tabaco
Las mascotas pequeñas también les afecta el humo del tabaco. Por ejemplo, los conejos y otros roedores tienen más tendencia a desarrollar problemas cardíacos y los reptiles pueden desarrollar irritación ocular, problemas cardíacos y temblores.
El tabaquismo de cuarta mano en animales y mascotas: Intoxicaciones y envenenamientos por colillas y restos del cigarrillo
Aparte de lo que hemos comentado, los animales y mascotas también tienen un riesgo enorme de sufrir envenenamientos fortuitos si ingieren colillas o agua contaminada por esta. Una sola colilla, contamina 10 litros de agua con lo cual, la concentración que se puede dar si bebe de algún plato de alguna planta o recipiente donde ha caído una colilla es enorme, pudiendo provocar convulsiones, babeo desmesurado, contracción de las pupilas, diarreas, arritmias e incluso su muerte.
Pero no sólo las mascotas, los animales salvajes también están muy expuestos al humo de cuarta mano, es decir, toda la contaminación de los cigarrillos, des de la desaparición de su hábitat para cultivar tabaco, la exposición a pesticidas de estos cultivos como también, a las colillas una vez consumidos los cigarrillos.
Las colillas que se lanzan al suelo se desplazan ya sea por las calles, cloacas o por ríos, rieras y otros cursos de agua. Así se contaminan suelos, plantas y pueden ser ingeridos por animales, que tú te comes. Como pueden ser pescados, presas de caza como palomas, pollos, vacas,..
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