Solo recibi consejos y ayuda para dejar de fumar

– Sí, en mi centro de salud me dieron consejos para dejar de fumar…

– ¿Y?

– Pues que tenía muchas ganas de fumar, lo controlé lo que pude pero al final fue inevitable, volví a fumar.

En ese momento se vuelve a abrir la puerta del despacho de enfrente y sale el chico que había entrado antes que vosotros, pero había llegado cuando ya llevabais un buen rato esperando. Cómo cuando estabais esperando, ni os mira. Se limita a ponerse los auriculares a todo volumen y se aleja por el pasillo.

– Ahora sí me toca, ¿no? -le dice al funcionario.

  Si es la señora Pilar Arbòs, sí.

– Bueno – dirigiéndose la mujer a ti – ha sido un placer charlar contigo, hasta otra.

– !Hasta otra! – y cuando está en el umbral de la puerta se gira y te comenta – Y dime una cosa… ¿Por qué no utilizaste medicación?

– Señora, ¿entra? -insiste el funcionario.

– Un momento que estoy hablando,… después de lo que me has hecho esperar. ¿No ve que estamos hablando de algo importante? – y dirigiéndose a ti – Lo que te decía, mi marido tambien pensaba al principio que me tenía que demostrar que podía con el tabaco, si hasta llevaba un paquete en el bolso para demostrármelo.

– Motivos tenía muchos… dudaba si servia para algo, si me sentaba mal, por qué quería hacerlo yo solo,…

– A ver, a ver. Vayamos por partes – respira hondo y medita – te lo digo ahora, no hay pastilla milagrosa que te quite las ganas de fumar. Pero si te pueden ayudar a controlar mejor las ansias de fumar.

– Pero muchas veces lo que te dan no funciona…

– A él le pasó lo mismo… hacía tratamiento pero tenía unas ganas locas de fumar. Lo habló con su enfermera y le cambió el tratamiento. Es como un antibiótico, a veces el primero que te dan no te funciona y te tienen que subir dosis o directamente darte otro – y haciendo memoria – Y también le comentó cuando lo pasaba peor y le dió consejos para superar esos momentos.

– ¿Y si te sienta mal? – respondes.

– Es un problema cuando sienta mal o directamente no te lo puedes tomar por el motivo que sea. Yo recuerdo que había uno que no podía, pero hay varios, es cuestión de mirarlo ¿no?

– ¿Y si no puedes con ninguno o los que puedes tomar no te acaban de ayudar?

– Pues te queda hacerlo como lo hiciste, sin medicación.

– Eso, lo intenté y no pude.

– Ya, entiendo. Dime una cosa, mañana te presentas al carnet de conducir y suspendes, solo te has leído el manual por que te es imposible ir a clase. ¿ Qué haces? ¿Lo dejas por imposible o te vuelves a estudiar el libro hasta que lo consigues?

– Seguramente lo volveria a intentar.

– Pues dejar de fumar es lo mismo. ¿No lo consigues? Mala suerte, aprende de los errores y piensa como superar los obstáculos. Al final de tanto insistir, las cosas se consiguen… ¡Él lo conseguí a la quinta! ¡Las dos cosas!

– Pero no me compares una cosa con la otra – le respondes.

– Sí, las comparo. ¿Sabes que? Mi marido, está ya bien entrado en años pero le encanta perder las horas por internet. Encontró un post donde comparaba la gente que se sacaba a la primera el carnet de conducir y la gente que dejaba de fumar. Y al final la proporción de gente en los dos casos era muy similar. Eso le animó a seguir intentado dejar de fumar.

– Ya, pero…

– Sí, lo sé. ¿Dejar de fumar es difícil? Para algunas personas sí. Pero difícil no significa imposible. ¿Entonces que? ¿ Te decides a intentarlo de nuevo?

Si quieres intentar dejar de fumar, clica aquí.

Si no quieres dejar de fumar, clica aquí.

 

Si quieres saber más sobre las similitudes entre dejar de fumar y sacarse el carnet de conducir, clica aquí

 

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