Intenté dejar de fumar y recaí pronto

– No, lo intenté y recaí pronto.

– ¡Que mala pata! – responde – ¿Pero aguantaste mucho?

– Bufff – resoplas – hace tiempo… días, semanas, ¿qué más da? 

– ¿Y por qué volviste a fumar?

– El mono, no podía con él.

Mientras estabais hablando un chico con unos micrófonos inalámbricos a todo volumen, se sienta cerca vuestro. Ni pregunta, ni pide tanda y rápidamente se pone a trastear su móvil esperado que lo llamen, ignorándoos completamente.

– Pues se va a hartar de escuchar música hasta que lo llamen – te comenta como si te hubiera leído el pensamiento la mujer con quien estas hablando. Cuando está diciendo estas palabras se abre la puerta del despacho en el que esperáis entrar y sale un hombre de unos 70 años con una carpeta llena de papeles.

– Ahí tienes la razón de tanta espera – dices señalando la carpeta – bueno, te toca, un placer hablar contigo.

– Igualmente – dice la mujer mientras se levanta y se dirige hacia el despacho.

– No, lo siento, no le toca a usted – le dice el técnico del ayuntamiento – le toca a este chico.

– ¿ A este chico? Si yo llevo esperando hace mucho rato y estaba antes que él…

– No, le toca a él. Me viene a entregar unos papeles.

– ¿Seguro?

– Sí, voy con retraso. Pero es el siguiente de la lista, vino la semana pasada – y dicho esto, entra con aquel chico al despacho y cierra la puerta.

– Mi gozo en un pozo… Cuando pensaba que ya me tocaba… ¡Ay! Santa paciencia que hay que tener… – y se vuelve a sentar.

Estas un rato callados sin decir nada, comenzáis a mirar vuestros móviles pero tú, aunque intentas distraerte mirando videos, te vuelven las ganas de fumar. Comienzas a mostrarte inquieto y mirar si quizás a alguien le puedes pedir un cigarrillo.

– ¿Otra vez ganas de fumar? – Te pregunta la mujer.

– ¡Si! – respondes tajantemente

– Perdona, no era mi intención… –

– No, no. Perdóname a mi, es que estoy muy nervioso – intentas decir como disculpa.

– Ya, ya. No pasa nada.

– Es el maldito mono. Ojalá hubiera conseguido dejar de fumar cuando lo intenté.

– Ya, pero siempre se puede volver , en mi alrededor de los que conozco que lo han dejado, realmente son poco que lo dejaron a la primera… mira, a mi marido le ayudó mucho los consejos de su enfermera. ¿Usaste algún tipo de ayuda cuando intentaste dejar de fumar?

Si usaste algún medicamento para dejar de fumar, clica aquí

Si  sólo recibiste consejos y control por parte de un sanitario ( enfermera, médico, farmacéutico, psicólogo,…), clica aquí

Si intentaste dejar de fumar sin ningún tipo de ayuda, clica aquí

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