– Mira, lo mío fue por ir a la BBC…
– ¿La BBC? ¿Saliste por la tele inglesa? – pregunta superextrañada.
– No, no – ries – La BBC: Bodas, Bautizos y Comuniones. Ya sabes, el típico que piensas… por uno no pasa nada…
– Y al final sí que pasó.
– ¿En esa boda? Pasó de todo – y comienzas a reir.
– ¿De todo? Cuenta, cuenta.
– Pues mira, fue una boda de unos amigos y ya apuntaba maneras…
Entonces comienzas a explicarle todo lo que pasó aquel día, la boda fue en una pequeña iglesia, a las afueras de la ciudad, muy bonita pero simple. Estaba formada solo por una nave rectangular alargada con un frontal que recordaba a un templo romano, con unas escaleras que conducía a un porche rodeado de 4 columnas que aguantaban el techo y un campanario cuadrangular que surgía justo después de la entrada, totalmente centrada y con 3 niveles. El primero tenía ventanales en cada pared el segundo un reloj y el tercero la campana. Estaba coronado con un cúpula alargada acabada en punta y con una cruz encima. El interior era de mármol blanco que lograba dar la sensación que era una iglesia más amplia de lo que realmente era. La decoración de su interior era muy austera, con algunas esculturas en los laterales y un altar con una mesa de mármol negro y una cruz inmensa aguantada con cables.
La boda era a las 6 de la tarde y llegaste cinco minutos antes que entrara la novia. Cómo estaba la iglesia a rebosar y eras amigos de los dos, te sentaste allí donde pudiste sin importante mucho dónde, justo al lado de uno que de forma muy poco disimulada, llevaba los auriculares puestos para escuchar la radio, ya que faltaba media hora para que comenzará la final de la copa. No hubiera pasado nada si la radio no hubiera interferido con los altavoces de la iglesia haciendo que se escucharán en algunos momentos por ahí los comentarios del programa de radio.
Y entonces cuando el cura estaba explicando sobre que significaba el matrimonio ocurrió lo que si te lo explican, solo ocurre en las películas…
– Y vivir en pareja, en matrimonio cuesta mucho – y el cura hizo un silencio y en ese silenció se escuchó por los altavoces…
– “Exactamente 6 millones de euros”- Todos los allí presentes escucharon ese fragmento de la tertulia futbolera, donde comentaban el coste del último fichaje. Esto provocó una carcajada general entre todos los asistentes, cura incluido.
– Y yo que ya pensaba que era una boda cara… vaya futuro nos espera – Soltó la novia, provocando aún más carcajadas.
– ¡Caray! Ni hecho a propósito – te contesta la mujer que esperaba contigo en el ayuntamiento – eso si que es un matrimonio caro.
– Sí, y al final duró menos el matrimonio que el fichaje de ese jugador… ! Y mira que era un paquete!
– Jajajajaja. Es que hoy en día los matrimonios,…
– ¿Y que más pasó en esa boda? Si dices que fue inolvidable…
– Bueno, una broma… Si hubieras visto la cara de la novia…
– ¿No sería la de cortar la corbata del novio con una motosierra?
– ¡No, no! Pues nada… que 7 amigos decidieron darle lo mismo para pagar el convite, 130 euros.
– ¿ Y que tiene eso de peculiar? – preguntas extrañado
– Pues que eso, le dieron todos lo mismo…en monedas de un euro, calcula… 150 euros por siete que eran… 1.050 monedas de euro que le dimos dentro de un baúl.
– Sí, sí. Fue una boda inolvidable por lo que veo.
– Totalmente. Ya te puedes imaginar el tono de la boda, que sí contamos chistes, que si nos reímos, que sí bebemos, que sí bailamos,…
– Que si os dan un puro los novios…
– ¡No! Mira, justo eso no paso. Los novios repartieron caramelos y a los que fumaban, guías para dejar de fumar. Lo que pasó es que salí un momento fuera con uno de mis amigos que quería fumar, me ofreció, pensé que por uno no pasaba nada…
– Y a partir de ese cigarrillo, comenzaste a fumar uno al día o cada dos y en poco tiempo volviste a fumar todos los días y casi la misma cantidad, ¿no?
– Exacto.
– ¿Y por que no lo vuelves a intentar? ¡Si realmente lo conseguiste! Sólo tuviste un desliz que si se vuelve a presentar la misma situación seguro que no lo vuelves a cometerlo.
– Ya… pero lo pasé tan mal cuando deje de fumar…
– Sí, pensar en volver a pasar por lo mismo no es muy agradable. Pero mira, haz una cosa. Hazte una lista de todo aquello que ganaste cuando dejaste de fumar y como de satisfecho te sentías y el tiempo que estuviste sin fumar y luego, en otra hoja te apuntas el tiempo que lo pasaste mal cuando diste el paso.
– ¿Y que hago con eso?
– Cuando acabes, lo comparas y valoras si valió la pena durante el tiempo que estuviste sin fumar.
– Ok…
– Entonces dime, ¿que piensas hacer?
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